Cuando en España no existía comercializada la "pastilla del día después", como en otros países, nos tuvimos que buscar la vida para ayudar a las mujeres que habían tenido una relación sexual sin método anticonceptivo o con un uso incorrecto de los mismos.
Hace ya unos veinticinco años, en estos casos, se ofrecía a las mujeres una pauta de 1000 microgramos de etinilestradiol (estrógeno) y 5000 microgramos de levonorgestrel (gestágeno), que debía tomar en cinco días. Esta pauta evitaba el embarazo con una alta eficacia pero tenía muchos efectos secundarios (náuseas, vómitos, dolor mamario, retención de líquidos, etc).
Hace unos quince años se demostró con una quinta parte de la dosis propuesta (200 mcg de etinilestradiol y 1000 microgramos de levonorgestrel, administrados en un día se obtenía la misma eficacia y disminuían mucho los efectos secundarios.
La "pastilla del día después" que se utiliza actualmente tiene sólo 1500 microgramos de levonorgestrel, manteniendo la eficacia y con efectos secundarios casi nulos.
El Ministro de Justicia Alberto Ruiz-Gallardón nos anuncia novedades en la reforma de la Ley del Aborto. Pide consentimiento paterno en los abortos decididos por mujeres menores de edad.
¡No acabo de entenderlo!
En la Ley de marzo del 2010 ya se establece que las mujeres menores de 16 años NO PUEDEN decidir sobre sus embarazos y sus padres deben decidir por ellas. En esta misma ley ya se establece que las mujeres, entre los 16 y 18 años, PUEDEN decidir sobre sus embarazos no deseados, optando por realizar un aborto si lo desean, aunque deben tener el consentimiento de sus padres, aunque estos se opongan al mismo, o sea que ya se exige que estén enterados de la decisión de su hija .
¿Cuál es el cambio? Quizás se trata de que las mujeres menores de 18 años DEBAN aceptar lo que decidan sus padres respecto a sus embarazos no deseados.
Por mi experiencia, Ilustrísimo Señor Alberto Ruiz-Gallardón, la mayor parte de padres deciden, con mucho sentido común, acompañar a sus hijas menores de 18 años en sus decisiones de interrumpir el embarazo, a pesar del dolor que les produzca que sus hijas se encuentren en esta difícil situación.
El 80% de las mujeres mayores de 35 años tienen miomas. Los miomas son nódulos benignos de fibra y músculo, que aparecen en el útero. Se llaman también fibromas uterinos. Su crecimiento depende de las hormonas que produce el ovario y tienden a desaparecer con la menopausia.
He visto a muchas mujeres sanas angustiadas por miomas milimétricos, detectados en ecografías de "rutina", solicitadas sin ninguna justificación, controlándolos cada 6 meses o anualmente, con el miedo a un posible crecimiento, a una posible dificultad en sus posibilidades de tener hijos, a una futura extirpación del útero (histerectomía) y con un miedo subliminal a una posible transformación en la palabra innombrable (cáncer).
He visto a un montón de mujeres ya menopáusicas acudiendo, de urgencia y con miedo, a mi consulta por miomas detectados en pruebas realizadas para identificar otros problemas de salud.
He visto un sinfín de mujeres sin útero, extirpado para aliviarlas de miomas, que no les dieron y con mucha probabilidad nunca les hubieran dado ningún problema de salud.
Por todo ello y especialmente para las mujeres que tenéis miomas os ofrezco esta información.
Un montón de mujeres se realizan citologías y muchas de ellas no saben exactamente porqué se la hacen ni para qué sirve. La citología es una prueba que consiste en visualizar el cuello del útero, rascarlo para que se desprendan algunas de sus células y verlas en el microscopio, con el objetivo de identificar si están infectadas por el virus del papiloma humano, factor necesario para el desarrollo posterior de un cáncer de cuello de útero.
El virus del papiloma humano es un virus que se transmite a través de las relaciones sexuales y no siempre puede evitarse usando el preservativo. Hay unos cien subtipos de este virus. Algunos producen berrugas genitales (condilomas) y otros tienen una especial apetencia por las células de la piel (mucosa) que recubre el cuello del útero. En este último caso no produce ningún síntoma, es decir no se nota y sólo puede identificarse con la citología.
¡Cuántas legislaturas esperando la modificación de la Ley de despenalización del aborto del 5 de julio de 1985!. Años y años de hipocresía, intentando superar los obstáculos de una ley restrictiva, limitada a tres indicaciones (embarazo a consecuencia de una violación, riesgo de daño fetal y riesgo para la salud de la madre), con centenares de miles de mujeres sometiéndose a evaluaciones psiquiátricas en centros privados acreditados, para confirmar el daño psicológico de un embarazo no deseado y centros públicos denegando la opción del aborto a mujeres, que no tenían un "riesgo suficiente" de daño fetal o de riesgo para su salud.
